La Inteligencia Artificial (IA) es conocida como la habilidad que tiene una máquina de presentar las mismas habilidades o similares a las que posee un humano, esta máquina está diseñada para recibir datos (ya preparados o recopilados a través de sus propios sensores, por ejemplo, una cámara), los cuales procesa y responde a ellos. La inteligencia artificial una rama de la informática que se ocupa del diseño y desarrollo de sistemas informáticos capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana a través de la creación y la aplicación de algoritmos establecidos en un entorno dinámico de computación. Esto incluye el procesamiento de lenguaje natural, la toma de decisiones, el aprendizaje automático, el reconocimiento de patrones y la solución de problemas. La inteligencia artificial se ha utilizado para ejecutar tareas como el reconocimiento de voz, la traducción de idiomas, la detección de objetos, el análisis de datos y la navegación autónoma.
Esta nueva ciencia ha venido desarrollándose desde la década de los 50 del siglo XX. Sin embargo, ha sido en los inicios del siglo XXI que la tecnología ha venido mejorando lo suficiente como para que los distintos campos de trabajo dentro de la inteligencia artificial hayan tomado un gran impulso. Además, como ciencia, la IA se compone de distintos campos y áreas de estudio y también se emplean distintas herramientas, técnicas y tecnologías que facilitan la consecución de sus objetivos.
Para lograr entender como es el funcionamiento de la inteligencia artificial es muy importante y necesario comprender que no es un campo aislado, sino que se trata de toda una disciplina científica. Es por eso que, como toda ciencia tiene un fin, el objetivo de esta es edificar un sistema informático que sea capaz de imitar procesos humanos teniendo la habilidad de resolver diversas situaciones como las que se presentan cotidianamente y todas sus complejidades.
A continuación, se presentan algunos de los elementos que han conseguido que la inteligencia artificial haya tomado aire y mejorado su desarrollo:
- Conjuntos de datos más grandes y accesibles. El Big Data y las herramientas asociadas a él han facilitado el trabajo con grandes cantidades de información.
- Procesamiento gráfico. La mejora en el hardware gráfico también ha dado impulso al desarrollo de la IA, concretamente en el campo de la visión artificial.
- El desarrollo de nuevas interfaces para la programación de aplicaciones y el auge de lenguajes de programación como Python, han facilitado el trabajo para el desarrollo de algoritmos específicos para deep learning, machine learning o para la creación de redes neuronales.
Este desarrollo y la aparición de este tipo de elementos, han hecho que las aplicaciones de la IA se hayan implementado en todo tipo de sectores, como, por ejemplo:
- Venta minorista
- Fabricación y logística
- Salud y sanidad
- Finanzas
Por otra parte, las perspectivas de futuro son especialmente alentadoras. Y es que, se estima que el desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial crezca en el entorno del 35% en los próximos 5 años. Además, el hardware diseñado para esta ciencia crecerá en el entorno del 20% para el mismo período según estudios del IDC (International Data Corporation), uno de los principales proveedores de inteligencia de mercado, consultoría y análisis para el sector IT.
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