La palabra «hiperinflación» se utiliza mucho hoy en día en nuestro país, pero ¿qué significa realmente?
La hiperinflación es una «forma extrema de inflación». Es cuando los precios suben tan rápidamente que la gente abandona su moneda y ésta pierde valor. Eso es lo que ocurrió cuando Alemania tuvo hiperinflación en la década de 1920, y también es lo que ocurrió en Zimbabue en 2008, donde la devaluación de la moneda alcanzó un máximo de 79.600 millones al mes.
La hiperinflación se produce cuando la tasa de inflación de un país es superior al 50% y la economía crece a un ritmo superior al 5%. Pero no se trata simplemente de que el valor de la moneda disminuya: la hiperinflación se caracteriza por un rápido crecimiento de los precios, que hace que la gente gaste el dinero cada vez más rápido en un esfuerzo por mantenerse al día con el coste de la vida.
Además, se produce cuando la oferta monetaria crece más deprisa que la demanda de bienes y servicios. Por ejemplo, cuando el gobierno imprime demasiado dinero para pagar sus compromisos de gasto. Cuando esto ocurre, más dinero persigue a menos bienes y servicios disponibles para la venta, lo que provoca el ya mencionado rápido aumento de los precios a medida que la demanda supera a la oferta.
En otras palabras, la hiperinflación se produce cuando hay demasiado dinero en circulación para que la gente lo gaste, y el valor de cada unidad monetaria disminuye.
¿Por qué nos preocupa la hiperinflación?
La hiperinflación puede tener un impacto devastador en las economías y las sociedades, pero no siempre se produce de la noche a la mañana. De hecho, hay muchas señales de advertencia de que una economía podría estar dirigiéndose hacia la hiperinflación o de que ya la está experimentando:
– Inestabilidad política: La hiperinflación tiende a producirse cuando hay agitaciones políticas o cambios repentinos en la política gubernamental.
– Guerra: En tiempos de guerra, los gobiernos suelen imprimir dinero para financiar sus esfuerzos bélicos y pagar los gastos militares. Esto puede causar hiperinflación si no hay suficiente dinero procedente de otras fuentes, como los impuestos o los ingresos comerciales.
– Tipos de interés altos: Cuando los tipos de interés son altos, a las empresas y a los particulares les resulta más caro pedir dinero prestado. Esto puede llevar a un aumento de los precios de los bienes, ya que la gente trata de compensar el aumento de los costes cobrando más por cosas como la comida y el alquiler; este ciclo continúa hasta que la economía se derrumba por su propio peso.
Para ejemplificar todo esto, suponiendo un aumento en la tasa inflacionaria del 50% mensual, si tienes 10 dólares este mes y los gastas en comida, el mes que viene necesitarás 20 dólares para comprar comida otra vez. Y el mes que viene necesitarás 40 $, luego 80 $… y así sucesivamente.
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