La globalización es el proceso de interacción, integración e interdependencia entre las personas, las empresas y las naciones del mundo. Se refiere al aumento de la conectividad global y la interacción entre países de todo el mundo. La globalización es un fenómeno complejo que tiene sus raíces en muchos factores, como los avances tecnológicos, las decisiones políticas y el crecimiento económico.
En el mundo actual, la globalización se ha convertido en uno de los principales motores del crecimiento económico y el desarrollo. El comercio internacional ha aumentado considerablemente con el tiempo, así como la inversión extranjera directa (IED). Los efectos de la globalización se han dejado sentir no sólo en los países desarrollados, sino también en los países en desarrollo.
La globalización puede describirse en términos de tres dimensiones principales: cultural, tecnológica y económica. La globalización económica se refiere al aumento del comercio internacional y los flujos de inversión a través de las empresas multinacionales; la globalización tecnológica se refiere a la difusión de la tecnología a través de las fronteras por diversos medios, como la conectividad a Internet; la globalización cultural se refiere a las crecientes influencias de otros países que son absorbidas por las culturas locales debido al aumento de la inmigración u otros factores, como las tendencias de la cultura popular extranjera.
Ahora, ¿en qué afecta o beneficia esto al mundo empresarial?
La globalización es cada vez más un motor clave del espíritu empresarial. A medida que aumenta el número de personas que se conectan y colaboran a través de las fronteras, crece la demanda de empresarios que puedan ayudarles a hacerlo.
La globalización de los mercados y las empresas ha supuesto un gran impulso para el espíritu empresarial, pero también conlleva sus propios retos. Como empresarios, buscamos constantemente formas de hacer crecer nuestros negocios y aumentar nuestro alcance. Queremos servir a más gente, más países y más culturas. Pero, ¿cómo lo hacemos?
He aquí algunos los mayores retos a los que te enfrentarás como emprendedor en la globalización:
1. Contratar talentos de otros países
Por un lado, es posible que tenga que aprender a hablar su idioma, y eso no siempre es tan fácil como parece. Además, cuando contratas a alguien de otro país, es importante asegurarse de que entiendes lo que significa para él trabajar en su empresa y viceversa. Esto puede ayudar a asegurar que todo el mundo está en la misma página cuando llega el momento de los plazos y los resultados.
2. Gestionar equipos remotos (y las diferencias horarias que conllevan)
Si tu rutina empieza a las 6 de la mañana y tu jornada laboral a las 8 de la mañana, debes tener en consideración que, quizá, para tus empleados sean las 6 de la tarde o, incluso, de madrugada. Esto es importante considerarlo para cuestiones de productividad. Sin embargo, en artículos anteriores te hemos aconsejado que mientras más empático seas con tu equipo de trabajo, mayor será su productividad.
3. Encontrar los socios adecuados
En una economía global, vas a necesitar a alguien que te ayude a vender tus productos y servicios en el extranjero. Esto puede ser complicado porque es difícil encontrar a alguien que entienda ambas culturas y sea capaz de navegar por los matices culturales de trabajar con empresas de otros países.
4. Generar confianza con clientes y socios de todo el mundo
Es cierto que es muy complicado generar la confianza adecuada a través de una pantalla. Bien sabemos que no es lo mismo sentarse a conversar de negocios mientras te tomas un café con tu socio, que hacerlo a través de una videoconferencia y tus pijamas puestos de la cintura hacia abajo. Pero no te preocupes, solo sé tú mismo y asegúrate de conocer toda la información necesaria con respecto a la empresa o a tu producto.
5. Superar las diferencias culturales entre clientes y socios de distintos países
Algunas culturas valoran más las reuniones cara a cara que otras; algunas valoran más la puntualidad que otras; algunas valoran más el trabajo en equipo que otras; algunas valoran más la autonomía personal que otras… ¡Ya te haces una idea!
Además, puede haber diferencias culturales que dificulten que algunas personas trabajen juntas con eficacia. Estas diferencias culturales incluyen creencias sobre las horas de trabajo, cuánto tiempo debe pasarse en el trabajo en comparación con la familia, e incluso cuánto tiempo debe pasarse socializando con los compañeros fuera del trabajo.
6. Invertir en tecnología que facilite el trabajo transfronterizo
El trabajo transfronterizo se refiere a la capacidad de los empleados que trabajan a distancia para colaborar entre sí independientemente de su ubicación. Cuando pueden hacerlo fácilmente, pueden comunicarse de forma más eficaz y tomar mejores decisiones juntos, lo que les ayuda a obtener mejores resultados para su empresa.
Además de facilitar el trabajo transfronterizo, la tecnología también puede ayudarle a ahorrar dinero reduciendo los gastos asociados a desplazamientos y espacio de oficina, así como a mejorar la productividad reduciendo las distracciones causadas por tener empleados en distintos lugares.
7. Asegúrate de que todo funciona correctamente
La globalización requiere un equipo internacional, lo que significa asegurarse de que todo el mundo sigue trabajando y sabe cuál es su papel dentro de los objetivos generales de la empresa para la expansión en nuevos mercados de todo el mundo. Sin este tipo de estructura, no tendrás control sobre lo que estás haciendo o el estatus de tus objetivos empresariales.
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