Las relaciones entre gerentes y empleados son una parte importante de cualquier lugar de trabajo, tanto para el gerente como para los miembros de su personal es crucial para el éxito de cualquier negocio, ya que permite un ambiente de trabajo saludable que conduce a un alta moral, productividad y lealtad de los empleados. En el momento en que nos toca lidiar con empleados difíciles, esto suele parecer una situación un poco compleja para el empleador, e incluso, también, para todo un equipo de trabajo. No sólo afectará sobre la productividad del equipo, sino que también puede ser una fuente de conflictos y malentendidos en el trabajo. Además, los empleados difíciles pueden afectarte negativamente en tus resultados personales y profesionales. Para resolver estos problemas, debes entender cómo lidiar con sus características propias para superar los conflictos que tienen con otros empleados o directivos. Cuando trabajes con empleados o miembros del equipo que sean difíciles, intenta evitar las confrontaciones tanto como sea posible, así como también trata de no ser confrontador tú mismo. En lugar de discutir con alguien que ha sido negativo hacia otro empleado/socio/colega durante todo el día, o peor aún, gritarle en respuesta, podría intentar enviarle un correo electrónico diciendo algo como "Aprecio lo duro que todos han trabajado hoy, pero me preocupan nuestros niveles de productividad". Esto demuestra que, aunque puede haber cierta tensión entre los compañeros de trabajo en este momento (y tal vez incluso cierto resentimiento), todos los involucrados saben cuál es su posición en este tema y se respetan lo suficiente como para seguir avanzando juntos en lugar de señalar con el dedo a través de los cubículos. Es importante recordar que estos empleados no son necesariamente malas personas, simplemente les resulta difícil tomar buenas decisiones sobre sus propias vidas. Así que no esperes resultados instantáneos de los cambios que se les sugiere que realicen; este proceso llevará tiempo y paciencia de ambos lados de las cosas. Una vez que alguien nos muestra que está dispuesto a esforzarse, tendemos a corresponder dándole más libertad de acción o tomando más tiempo de nuestro día para que pueda completar su trabajo. Este entendimiento mutuo ayuda a que ambas partes se sientan más cómodas entre sí, así como a mejorar la calidad de su relación en general, por lo que si un empleado no aprecia cuánto tiempo se le ha dado y le hace sentir que sus necesidades no están siendo satisfechas porque no está recibiendo su parte justa de descansos o almuerzos en el trabajo, entonces esto podría causar un conflicto entre ellos más adelante (y posiblemente incluso conducir al despido). La forma en que trata a sus empleados es un reflejo de la cultura empresarial. Si quieres ganarte su respeto, sé respetuoso, ante todo. Una buena relación también puede conducir a un mejor desempeño de los empleados; si un empleado se siente cómodo con su jefe, es más probable que esté dispuesto a aceptar su puesto en el trabajo. Además, si un empleado se siente respetado por su jefe, estará más dispuesto a ayudar con proyectos fuera de su función, como aportar ideas o sugerencias cuando los miembros del equipo de gestión se lo pidan.